miércoles, 23 de junio de 2010

APROXIMACIONES A LA BIOÉTICA

LA BIOÉTICA DESDE EDGAR MORIN

 Filósofo y político francés de origen judeo-español (sefardí), nacido en París el 8 de julio de 1921, su nombre anterior era Edgar Nahum.
El pensamiento de Morin, basado en la idea de las tres teorías, en la cual, argumenta que todavía estamos en un nivel prehistórico con respecto al espíritu humano y solo la Complejidad puede civilizar el conocimiento.
En ella se puede adentrar en el desarrollo de la naturaleza humana multidimensional, la lógica generativa, dialéctica y arborescente, del cual cuando el universo es una mezcla de caos y orden; a partir del concepto y práctica de la Auto-eco-organización, el sujeto y el objeto son partes inseparables de la relación autoorganizado-ecosistema.
Además introduce en la ciencia, conceptos que estaban en pausa para aplicarlos a su pensamiento (aleatoriedad, información en el ambiente y sujeto con su creatividad) y ver los fenómenos integrados en el énfasis de las emergencias e interacciones y no en las sustancias.
El Ser Humano complejo.-
Es importante para la comprensión de los desvaríos y devenires de lo novedoso en el campo de conocimiento como de las posturas éticas q ello genera, comprender la naturaleza humana desde la perspectiva analítica de  Edgar Morin[1].
El ser humano complejo, lleva en si un modo bipolarizado, las siguientes características antagónicas:
·        Racional y delirante (sapiens y demens)
·        Trabajador y lúdico ( faber y ludens)
·        Empírico e imaginador (empiricus e imaginarius)
·        Económica y dilapidador (economicus y consumans)
·        Prosaico y poético ( prosaicus y poeticus)

En ese orden de ideas, concebir el proceder del ser humano con estas interacciones múltiples, connota q el hombre es racionalidad, pero también locura, mito, afecto, economía, dilapidación… entonces tampoco resulta difícil verlo desde perspectivas q para la racionalidad y el afecto resulte locura o delirio, valga hablar de los comportamientos que dejan poco que desear como esa tendencia caótica hacia la destrucción, a la ruptura con ordenamientos deseables  por casi todos los grupos sociales. Podemos hablar de las guerras, la violencia, agresión construcción de posiciones extremistas, que no dan posibilidad de intervención racional o dialógica. Me refiero a las actuaciones provenientes de las acciones terroristas y/o bioterroristas.
Pero, ahí tenemos el perfil del humano, históricamente buscador de nuevas alternativas de vida y mejor vida, pero también protagonista incendiario de lamentables episodios de la humanidad; la persecución a los Judíos, a los cristianos, a los llamados brujos en el medioevo, a los inventores e innovadores en todas las disciplinas por hacer ruptura paradigmática; los creadores de armas biológicas y químicas, los que en nombre de Dios ha arrasado con pueblos enteros, los que en nombre de la verdad y la justicia, se erigen como potencias “protectoras” de los mas vulnerables, no importando el costo de otras vidas,
Lo que denominaría Morin: “homo complexus”, somos criaturas sensibles, neuróticas y delirantes, al mismo tiempo que racionales.
Del mismo modo hablamos de un sujeto plural, contextual izado y en interacción con sus semejantes. El desafió incesante en que se encuentra el ser humano como individuo, como sociedad y como especie provoca en toda esta dinámica.
Morin, diría: “Vivimos bajo el imperio de ideas racionalizadoras, que no consiguen darse cuenta de lo que sucede y privilegian lo sistemas cerrados, coherentes y consistentes. La ciencia económica contemporánea –formalizada y matemática- es un magnifico ejemplo de racionalización. Esta completamente cerrada, no consigue percibir las pasiones, la vida, la carne de los seres humanos. Por eso es incapaz de hacer previsiones cuando surgen acontecimientos”[2]
Pero, finalmente asumo el comentario del autor q vengo trayendo a colación cuando a propósito de la construcción de una política de civilización frente a la destrucción que sobre los seres vivos incluido él mismo, dice:
“La tarea es inmensa e incierta. No podemos sustraernos ni a la esperanza ni a la desesperanza. La misión y la dimisión son igualmente imposibles. Debemos armarnos con una “ardiente paciencia”. Nos encontramos en las vísperas, no de la lucha final, sino de la lucha inicial”.

Construir un futuro posible, con apoyo de la Bioética.-
La Bioética como la disciplina que se ocupa de lo que debe ser o debería haber, y en su comprensión de los seres humanos, como seres bio-culturales, puede entender esa complejidad, como un pensamiento multidimensional, dado que conocer no es entendido por la Bioética como clasificar y archivar, sino como desafiar discutir, disolver y reconstruir, haciendo que toda solución a un problema produzca una nueva pregunta y que toda pregunta abra espacios reflexivos, con muchas dimensiones y confines y escasas posibilidades de evasión.
Se hace vitalmente posible proyectarnos un futuro posible a pesar de los desvaríos. Necesitamos conservar la herencia cultural, la fidelidad a nuestras raíces, conquistar este presente caótico y desesperanzador, por un modo poético. Con acceso a la comunión, el amor y el júbilo desde la familia, pasando por las instancias gubernamentales, hasta por los grupos marginados, fuera de la ley, con fórmulas de tolerancia, diálogo y humildad, desde y hasta todos los protagonistas de este entramado mundo social y político.
Finalmente recuerdo una frase e Edgar Morin: “No olvides que la realidad es cambiante, no olvides que lo nuevo puede surgir y, de todos modos, va a surgir”.

La mirada transdisciplinar.-
Es objeto de la Bioética su aproximación a las disciplinas que puedan de manera eficiente dar luz a los panoramas, que como en el tema del conocimiento científico y sus resultados azarosos en algunos casos y en otros programados, confluyen a situaciones problema por poner en entredicho la permanencia digna de la especie humana, o por lo menos la permanencia tranquila con una mirada a las futuras generaciones.
El papel de la Bioética es de vital importancia cuando se propone el reconocimiento de diversos niveles de realidad ofrecidos por disciplinas y áreas desconocimiento, como la microbiología, la genética, la física y la sociedad misma.
Su papel confrontativo de los datos ofrecidos por los diversos niveles de realidad, ofrecidos por las diversas disciplinas, permite una trazabilidad de apertura de todas esas disciplinas, que aún la trascienden,
Presupone todo ello, una mirada abierta, una racionalidad abierta, un campo para la intuición y la lógica.
Un diálogo y comprensión más allá de las ciencias exactas, con las ciencias humanas, también con el arte, la literatura, la poesía y las experiencias intimistas e interiores.
El tema de la dignidad del ser humano inmerso en este universo de conocimiento transdisciplinar, y su vivencia histórica en el universo y en la madre tierra, como su hogar transitorio, permiten ver al ser humano con derechos propios de ser habitante de la tierra, de una nacionalidad, de una cultura, de sus mitos, creencias.
Finalmente, la Bioética en su camino de construcción teórica se funda en el respeto a las alteridades de la vida unidas por mismo código genético, con apertura a la tolerancia de las diferentes posturas, todas ellas que por supuesto traigan consigo órdenes creativos, generadores de nuevos acontecimientos, ajenos a posiciones nihilistas. Adicionalmente, del pensamiento complejo de Morin, realizaré finalmente algunos aportes.












[1] : Filósofo y político francés de origen judeo-español (sefardí), nacido en París el 8 de julio de 1921, su nombre anterior era Edgar Nahum
[2] Edgar Morin.- Pensamiento Complejo.-

jueves, 13 de mayo de 2010

La Dopamina y la Serotonina en el jugador de Póker

En el brazo corto del cromosoma 11 se encuentra un gen llamado D4DR. Es la configuración de una proteína llamada receptor de la dopamina, que se activa en las células de ciertas partes del cerebro.

La dopamina es un neurotransmisor que se libera de las terminaciones de otras neuronas por medio de una señal eléctrica. La dopamina tiene varias funciones entre ellas, controlar el flujo sanguíneo a través del cerebro. La Escasez de dopamina en el cerebro produce una personalidad con falta de iniciativa, indecisa, y rígida que ni siquiera seria capaz de iniciar el propio movimiento de su cuerpo. Dicho de otro modo, la dopamina es quizá la sustancia química de la motivación del cerebro.

En el laboratorio de Richard Ebstein en Jerusalén, se encontró que las personas con genes D4DR “largos” tienen menos capacidad de respuesta a la dopamina, así que necesitan adoptar una actitud mas aventurera para obtener el mismo estímulo de dopamina que obtienen de las cosas sencillas las personas con genes “cortos”. Esta condición les hace buscar y desarrollar personalidades innovadoras. El excitante juego del póker, requiere entre otros aspectos de una personalidad aventurera, resuelta y dispuesta al riesgo; decir jugador de póker consuetudinario, es decir, una personalidad buscadora de excitaciones al límite, que como causa-efecto es retroalimentada dinámicamente.

Del mismo modo, estudios relacionados con el tema han establecido que al parecer el aumento de dopamina en el cerebro, también aumenta la capacidad mental de reconocimiento y lectura de patrones, identificación de figuras y reconocimiento de formas; tales como caras, gestos, posturas y posibilidades de “adivinar” secuencias numéricas 2, 4, 8, 16…, aspectos que guardan relación directa con el hábil y estratégico juego de póker.

Contrario sensu, en experimentos realizados con enfermos de Parkinson a quienes se les inyectó L-dopa (aminoácido precursor inmediato de la dopamina) llegaron a convertirse en jugadores compulsivos, arruinados en el casino, al creerse capaces de reconocer números aleatorios de los juegos, lo cual alerta una actitud de sigilo en su suministro.

De otra parte, la serotonina es también una manifestación química de la personalidad. Si una persona tiene niveles de serotonina inusitadamente altos, probablemente será compulsiva, propensa al orden y a la prudencia. Normalmente las personas que padecen el estado patológico conocido como trastorno obsesivo- compulsivo, pueden aliviar sus síntomas rebajando sus niveles de serotonina.

El Prozac actúa influyendo sobre el sistema de la Serotonina, tal como lo plantean los científicos de Eli Lilly, de los laboratorios farmacéuticos donde se inventó el medicamento, inhibiendo la reabsorción de la serotonina dentro de las neuronas y así aumentando su cantidad en el cerebro. El aumento de serotonina mitiga la ansiedad y la depresión, volviendo optimista a la gente corriente.

Sinembargo, valga la pena señalar que los niveles de serotonina no son innatos ni inflexibles, sino que también, son producto de la condición social; cuanta más alta es la autoestima y categoría social de un individuo, más alto es su nivel de serotonina.

Experimentos con monos revelan que la serotonina es muy abundante en los monos dominantes y más diluida en los monos subordinados. Los niveles de serotonina responden a la percepción que tiene el mono de su propia posición jerárquica. En los seres humanos es posible hacer la misma relación. En este orden de ideas, es deseable para un exitoso jugador de póker, cuidar su salud mental propiciando estados generadores de autoestima, ejecutando en su cotidianidad una práctica de disciplina físico-mental y construyendo una voluntad férrea en la consecución de reconocimiento en valores. Todo ello conllevaría a elevar sus niveles de serotonina, para una condición óptima en el inteligente juego del póker.

Nancy Velasco

EL VIRTUOSO DEL PÓKER

¿Entrenamiento cerebral o habilidad innata?

La cuestión naturaleza-educación es un debate perpetuo, que va desde posiciones extremas irreconciliables hasta coherentemente integradas, es una discusión de nunca acabar, mientras los avances en temas como las neurociencias y la genética, se encuentren en pleno período de desarrollo y experimentación.

Para nadie es oculto que las capacidades cognitivas y la personalidad (apertura, minuciosidad, extroversión, afabilidad, neuroticismo) juegan un papel, si no decisivo, si de vital importancia en el jugador de póker, todas ellas con algún componente hereditario. Por ello es relevante atender la formulación del profesor Michael S. Gazzaniga, Director del Centro de Neurociencia Cognitiva del Dartmouth College, quien realiza estudios sobre las leyes de la Genética Conductual. Los “rasgos conductuales”[1] estudiados por los genetistas pueden agruparse en tres categorías: capacidad cognitiva, personalidad y Psicopatología.

Estudios sobre capacidad cognitiva general, de 111 estudios genéticos sobre semejanzas familiares en el cociente intelectual, incluidos 30 estudios sobre gemelos, con base en mas de 10.000 pares de gemelos, reveló que la heredabilidad del cociente intelectual se aproxima al 50%, respecto de los hijos gemelos, con una correlación de 0,86, frente a los hijos adoptados, de un 0,20. De igual modo, los rasgos conductuales asociados a la personalidad, se ven influidos en un 50% por factores genéticos, Dichos estudios, abren una puerta a mundos donde la ficción puede superar la realidad, brindando la posibilidad de “construir” un jugador de póker teniendo en cuenta, su alta probabilidad de codificación de genes de coeficiente intelectual, heredados de sus padres, para eventos con destreza de asimilación y aprendizaje de técnicas y modelos matemáticos en conceptos tales como probabilidad, media ponderada y distribución o desviación estándar, acuñados por los estadísticos-matemáticos en la aplicación de los juegos de azar; todo ello, asociado a rasgos propios de personalidad, como la calma y tranquilidad, equilibrio emocional, frente a la toma de decisiones de situaciones de riesgo y ambivalencias de pierde-gana; donde nuestro “producto” se encuentra enfrentado de forma permanente por un juego biestratégico simple o mixto, con altas connotaciones de carácter subjetivo, dependiendo el grado de probabilidad de ganancia.

De otra parte, la genética conductual dice que el efecto del entorno familiar y social no es tan grande como el de los genes; de modo, que la obra de ingeniería genética, puede verse o no afectada, por el hecho de poner a nuestro virtuoso cognitivo de juegos de azar a practicar desde edades muy tempranas, en el del Póker. Podríamos tener posiblemente como resultado, un excelente matemático y estadístico ajeno a las prácticas de juego, un ganador ocasional para el pago de los costes de su matricula de universidad o una estrella del Póker, de profesión matemático.

Podemos citar de modo significativo, el caso del joven nacido y criado en Edison, Nueva Jersey, quien utilizara el juego del póker pensando en una fuente de ingresos para su educación universitaria. Nos referimos a Tom Dwan, un estudiante de ingeniería, de tan solo 23 años cuya habilidad probablemente derivada de su mundo cognitivo matemático le convierte en uno de los mejores jugadores del mundo del póker con los límites de apuestas más altos, al lado de jugadores como Patrik Antonius, Phil Ivey y David Benyamine. Su virtud consiste en percibir imaginativamente las debilidades de sus oponentes, exacerbando la capacidad del lóbulo frontal para dicha habilidad. Y para abundar en consideraciones frente a la fuerte influencia del entorno, que mejor que traer a colación a Stu Ungar una leyenda del póker, hijo de un dueño de bar y de una madre apasionada por el póker, quien a los 10 años ganaba un torneo de gin en un hotel de Catskill, y quien ganara hacia el final de su vida, cinco campeonatos WSOP con unas ganancias por encima de los 2.000.000 $.

Todo lo anterior, estamos a obligados a verlo en conjunto, en interacción, somos nosotros y nuestras circunstancias, ligados por una autoconsciencia reflexiva, que implica no solo “saber” sino “saber que se”. Recientemente hemos sabido que de esta consciencia son responsables un grupo de neuronas, en los lóbulos frontales, conocidas como neuronas espejo, de las cuales se sospecha nuestro sentido de autoconciencia y la forma de percibir al otro, aspecto de vital importancia para el jugador del póker.

Resta por decir, que el cerebro puede y debe ser entrenado, sea cualquiera la práctica que se realice, desde la de un músico, un deportista hasta un jugador que busca un ranking en el mundo del póker.

La adquisición de destrezas de juego, implica su práctica, para ser virtuoso del Póker, sumado en el mejor de los casos, a cierta predisposición genética y a un nivel de influencia de entorno importante.

Nancy Velasco Parrado.



[1] Gazzaniga Michael. “El Cerebro Ético”. Págs. 58 y ss.

El Cortisol y el Estrés en el Jugador de Póker

Hay un gen en el cromosoma 10[1] llamado CYP17 que produce una enzima que permite al cuerpo transformar el colesterol en cortisol, testosterona y estradiol. En concreto, el cortisol es utilizado prácticamente en todos los sistemas del cuerpo. El cortisol interfiere en el sistema inmunitario, modifica la sensibilidad de los oídos, la nariz y los ojos, y altera diversas funciones corporales. Es una hormona que integra literalmente el cuerpo y la mente alterando la configuración del cerebro. Si tienes excesivo cortisol corriendo por tus venas, estas: estresado. Decir cortisol y estrés, es decir, básicamente lo mismo.

¿Quién da la orden de activar el cortisol? El cerebro está al mando, los genes no son la causa del estrés. El hipotálamo del cerebro envía una señal que le dice a la glándula pituitaria que libere una hormona que le dice a la glándula adrenal que elabore y segregue cortisol. El hipotálamo recibe las órdenes del cerebro que toma la información del mundo exterior. Cabe decir que, no somos un cuerpo activando hormonas, tampoco somos un cuerpo que gobierna un genoma accionando los receptores hormonales; tampoco somos un genoma que gobierna un cerebro activando genes que activan hormonas, somos los tres a la vez. Del mismo modo, los genes para estar activados necesitan de los sucesos externos, e incluso de nuestra propia conducta.

En el jugador de póker, su frecuencia cardiaca generalmente se incrementa en los momentos de juego de mayor estimulación o excitación, como agentes estresantes de corta duración que producen un aumento inmediato de epinefrina y norepinefrina, hormonas que hacen que el corazón lata mas de prisa o que se pierda el entusiasmo; estas hormonas preparan el cuerpo para “luchar o huir”, como consecuencia de las fases o estadios de ganancia/pérdida. Del mismo modo, no obstante que, el póker es un juego social de retroalimentación grupal, tiene un escenario excesivamente solitario, dónde a nadie le importa los altibajos propios de tu dinámica; esa condición, exige necesariamente una actitud de introspección, de ejercicio solitario en el que los cuestionamientos y retos, tales como: ¿Estoy satisfecho con lo que he aprendido?, ¿Estoy listo para aprender más?, ¿Soy mejor que mis oponentes?, ¿Qué habilidades domino?, ¿puedo jugar, ganar perdiendo?, representan significativos niveles de cortisol dentro y fuera de la dinámica del juego; lo cual exige de forma permanente al jugador de póker aprender a manejar el estrés puntual en el juego propiamente dicho, el cual no genera problemas de importancia, sino que por el contrario exacerba su capacidad de alerta, sigilo y ánimo cognitivo despierto. Y, el llamado estrés crónico, que si puede ser altamente destructivo, ha de ser evitado con una mente y cuerpo disciplinados trabajados por el ejercicio meditativo y físico, lo que implica adicionalmente, el aprendizaje diario en la redefinición del concepto fracaso y la habilidad para aceptar el éxito con humildad y templanza.

Finalmente, quiero referirme a alguien que se ha constituido en leyenda en el póker, se trata de Daniel Negreanu “Kid Póker”, y quien representa un ejemplo vivo por su comportamiento mental y físico en el juego y en su vida, y quien afirmara en una entrevista concedida a Póquer Red, en marzo de 2007: “Un buen jugador de póquer en primer lugar tiene disciplina, luego viene el talento y por último los conocimientos de juego”.

"¿Cómo puedes hacerte una carrera si te emborrachas en el trabajo? Luego que el manejo inadecuado del dinero y el alcohol afectarán de forma notable su vida y su juego, consigue orientar su vida de forma proactiva, sin alejarse del juego del póker, como un prólifico autor de artículos, autor de libros, referente para jóvenes jugadores quienes aprenden a tomar el juego como un deporte de exigencia y de ánimo equilibrado que se construye con trabajo arduo.

Nancy Velasco.



[1] Matt Ridley, “Genoma, la Autobiografía de una especie en 23 capítulos”. Estrés. Pg. 171. Edit. Taurus.

HOMO LUDENS –VS- LUDÓPATA

“No dejamos de jugar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de jugar”

George Bernard Shaw

El vocablo lúdico proviene del latín ludus, relativo al juego, dimensión de desarrollo del ser humano, constitutivo de comunicación, expresión, producción de emociones y sentimientos dirigidos hacia el entretenimiento, aprendizaje y la diversión; se refiere a la necesidad de la experimentación de emociones cargadas de placer, incertidumbre y sorpresa.

En el Holandés Johan Huizinga, en su obra “Homo ludens”, he encontrado una de las mejores definiciones del concepto de juego, que a mi modo de ver es una de las más próximas a la del juego de póker, entendido como una acción u ocupación libre, no impuesta, que se desarrolla dentro de límites y espacio determinados, con reglas libremente aceptadas. Acompañado, y he aquí, una mirada Freudiana, de sentimientos básicamente de tensión, que pueden tocar los límites del placer-displacer; placer por la percepción vivencial de la dinámica del entramado reto simbólico del juego, transformado por expectaciones y esfuerzos fallidos, que sustituyen el placer anímico por el displacer, con una conducta de “auto-conservación” frente a la real y/o eventual pérdida.

Es el inteligente juego de póker, una de las mejores expresiones de la bipolaridad de que goza todo ser humano: homo sapiens y homo ludens, contraposición interactiva que abandona la visión unilateral y excluyente, y que describe un complejo entrelazamiento e interacción. El filósofo Edgar Morin, expresaba : “El hombre de la racionalidad (sapiens), es también el del mito, el delirio (demens), el trabajador (faber) y el lúdico (ludens), el económico (economicus) y dilapidador (consumans); el prosaico (prosaicus) y el poético (poeticus), el del trabajo es también el del juego”.

Dada la sui géneris característica del póker, su análisis y asunción ha de ser racionalmente abierto, redefiniendo el papel de la razón, la intuición, el imaginario, la sensibilidad y el cuerpo, en la adquisición y vivencia de su disciplina, aprendizaje y placer, generadores de nuevas instancias que resignifiquen este juego social.

Del mismo modo, dado que la visión de los sistemas vivos incluido desde luego el maravilloso mundo complejo del sistema humano, exige planteamientos abiertos de confrontación analítica, desde otra mirada, nos encontramos con la persona que concurre a los lugares de azar para escapar del dolor, la depresión, la ansiedad, las frustraciones. Estos juegos, ya no cumplen una función elaborativa y creativa, sino, una compulsión a la repetición, donde la pérdida de tiempo, dinero y control son los reyes del lugar. El adicto al juego, ludópata, no va a ganar va a jugar, prueba de ello, es que cuando gana no se retira, sigue jugando hasta perderlo todo. Allí comienza del descontrol, el juego le domina, la adicción esta instalada, el sujeto ha perdido su libertad, la persona juega en forma obsesiva, sin control de sus impulsos. El jugador patológico se va haciendo crónica y progresivamente incapaz de resistir los impulsos de jugar, lo cual compromete, destruye o lesiona los objetivos personales, familiares y profesionales.

NANCY VELASCO

EROS Y THANATOS EN EL JUEGO DE PÓKER

“El juego es un tiempo reversible y recuperable, en él se puede morir y renacer”

El juego de póker es un proceso creativo constante que revela paso a paso modelos significantes sociales e individuales: La simbología inscrita en el manejo de poderes, donde el más hábil desarrolla la fortaleza de mimetizarse sin ser descubierto, el que sabe tomar la decisión de apartarse para poder disfrutar del placer de lo ganado, el que sabe revertir y recuperar, el que se levanta del fracaso como el ave fénix, el que sabe asumirlo hasta las últimas consecuencias.

La simbólica inscrita en el principio del placer, en la prosecución de la felicidad con la partida ganada, inmersa en la comunidad de ideales de lucha y agresión. El aplazamiento a la recompensa, por la esperanza de la futura victoria. El dolor y la angustia de la pérdida. La sublimación de las perturbaciones de la vida colectiva emanadas de los instintos de agresión y autodestrucción. El recurso a que apela la cultura para minimizar la agresión e incluso coartarla.

Para nadie es oculto el placer fruto de las relaciones de fuerza, de las situaciones estratégicas de los jugadores puestos en una mesa de juego. El juego del póker obedece a una voluntad de poder, que contempla permanente la vida y la muerte, la ganancia y la derrota, la arrogancia de la victoria y el duelo; todas estas situaciones expectantes, a la puerta, con el secreto del límite extremo de la felicidad y el peligro, que constituyen la amalgama perfecta al estilo de Nietzsche, cuando afirma: “El secreto de una vida dichosa es vivir peligrosamente”. Una vida dichosa implica en la mesa del jugador, el ardiente fuego del entusiasmo, la anarquía, la energía demoníaca y dionisiaca, que arriesga la seguridad y la felicidad por el placer creativo de la simbiosis bipolar del logro: “Humano, demasiado humano…”

El sentido de la pasión que emerge de la ganancia y la victoria, no sede jamás a la compasión por el derrotado, ni la culpabilidad por el error del otro; se excluyen de tal manera, en la expresión solitaria del héroe que marcha solo luego de su batalla. El jugador de póker como espíritu libertario, en su dinámica lúdica, se enseñorea de su pro y su contra, aprende el arte de tomar y dejar, de aprovechar o no el momento. No hay posibilidad de la perspectiva de lo injusto, no puede hacer otra cosa que tomarse para si mismo el todo como fin y medida de las cosas.

De otra parte, el dolor de carácter subjetivo es un factor que asecha permanente en la dinámica del juego, la apremiante y eventual circunstancia de derrota, es a la vez un estímulo en la competitividad y la agresividad del mismo; también es parte de la actividad lúdica. Aquí, el dolor de la derrota puede trascender el espacio propiamente dicho, lo cual hace que una derrota no sea una simple pérdida, puede significar el resquebrajamiento del jugador. El dolor es a su vez, agresión reciproca y sublimación de instintos agresivos de origen social, compensados en el ámbito del juego socialmente aceptado. Cabe recordar que la personalidad del jugador en la mesa de póker, no es más que una verdadera extensión de su ser interior, sus fortalezas y sus carencias se evidencian en algún momento, su capacidad creadora o autodestructiva como aspecto que forma parte de todo ser humano también se pondrá sobre la mesa.

Un ejemplo típico, de los fenómenos que esconden mayor carga de vida-muerte y que ocasiona fatales consecuencias al jugador de póker es el narcisismo, que sobreestima sus habilidades, que esconde una personalidad con autoestima baja y sensación de poca valía, y que para compensar crea un ego grandioso y superior. Su hambre insaciable de reconocimiento se convierte prontamente en una espada de doble filo en el arriesgado mundo del juego, con única posibilidad constante de colmar ese hueco que nunca puede ser llenado.

Nancy Velasco P.

LAS “NEURONAS ESPEJO” EN EL JUGADOR DE POKER, CODIFICAN INFORMACIÓN QUE EL OTRO CREE QUE DESCONOCE

“Si el lenguaje fue dado al hombre para ocultar sus pensamientos, luego, el propósito del gesto fue revelarlos”

Jhon Napier.

Investigaciones metodológicas de Brain imaging, en concreto la tomografía por emisión de positrones (Positron Emissión Tomography o PET)[1] y la resonancia magnética funcional para imágenes (functional Magnetic Resonante Imaging) permiten visualizar en tres dimensiones las variaciones del flujo sanguíneo en las diversas regiones del cerebro por la ejecución y observación de específicos actores motores y medir de este modo, su grado de activación. Se confirmó que tanto en los simios como en el hombre se hallan presentes mecanismos de “resonancia” en el lóbulo frontal y el lóbulo parietal. Dichos sistemas de neuronas “espejo” codifican como factor primordial, la comprensión del significado de las acciones ajenas, no solo el acto observado sino también la intención con la que se lleva a cabo. La comprensión de los gestos, tal como lo expresaría el pensador Francés Ponty Merleau: “…resulta posible por la reciprocidad de mis intenciones legibles en la conducta ajena. Todo ocurre como si la intención del otro habitara en mi cuerpo o como si mis intenciones habitaran en el suyo”.

Un jugador de póker, ha de tener plena conciencia de que en su cerebro codifica un sistema de neuronas en la comprensión de sus posturas, el qué y el cómo expresar, cómo y cuánto hablar, el usar accesorios para mimetizarse o camuflarse, manejo de reacciones, movimientos y gesticulaciones; lo cual le conducirá necesariamente al entendimiento de las del otro. Con una actitud relajada, de buen humor, controlada y buenos niveles de concentración, cálculo y previsión anticipada de movimientos. Todo ello, porque como acto reflejo especular, en este ejercicio social de acciones y reacciones, los otros, también habitarán su mundo de intenciones y conductas.

La teoría de la simulación.-

Una vez descubiertas las “neuronas espejo” se registro un gran crecimiento en torno a la postura de la simulación. Los datos empíricos resultado de los laboratorios de Giacomo Rizzolatti y Vittorio Gallese, publicados en el 2005, demuestran que dichas neuronas codifican las intenciones asociadas con los movimientos observados. El neurólogo Marco Jacoboni[2] afirma que de acuerdo con la información que se ha obtenido de dichas neuronas, simulamos lo que hacen los demás de una manera automática y bastante inconsciente, No obstante, las neuronas espejo codifican las intenciones asociadas con los movimientos observados. Las neuronas espejo nos ayudan a simular en el cerebro las intenciones de los demás, lo que nos brinda una amplia comprensión de sus estados mentales. Del mismo modo, son ellas, las que ofrecen la comprensión automática y profunda de los movimientos de las manos y gestos de otras personas y la imitación de tales gestos, como si estuviéramos dentro del otro. Quienes han nacido con el síndrome de Moebius cuentan con una incapacidad genética para mover los músculos del rostro, manifiestan una incapacidad de reconocer las emociones de los demás, por ende, no pueden vivir en la expresión facial del otro, ni percibir como él vive en el suyo. De modo que, jamás este sujeto podrá otorgarse el placer mental de un juego de póker, porque no cuenta con la capacidad de “leer al otro”, ni con gestos delatores que obtengan o generen información. Solo después de sentir las emociones asociadas con las expresiones faciales observadas, podemos reconocerlas de manera explícita.

El yo y el otro están “co-constituidos”.-

En la tradición fenomenológica, la comprensión del yo y el otro se iluminan recíprocamente y sólo pueden entenderse en su interconexión. Las neuronas espejo encarnan tanto la interdependencia del yo con el otro, al activarse en las acciones de ambos, como la interdependencia que al mismo tiempo sentimos y necesitamos, al activarsen con mas potencia con las acciones propias. Los resultados obtenidos experimentales revelan las raíces biológicas de la intersubjetividad, desvirtuando la tradicional creencia de la cultura occidental, dominada por el individualismo y la completa separación entre yo y el otro.

El factor de intersubjetividad en un jugador de póker, significa un desarrollo atento de las alteraciones comportamentales de los otros jugadores, con el objeto de construir un perfil útil de sus expresiones reveladoras de su juego.

Superneuronas espejo.-

El entendimiento de “alto rango” de comportamientos complejos, indican un orden superior denominado por Jacobini, Superneuronas espejo, porque son una capa neuronal funcional que se encuentra “por encima de” las neuronas espejo clásicas, que controlan y modulan su actividad. Ubicadas en la corteza orbito frontal, corteza cingulada anterior y área motora presuplementaria (parte delantera del cerebro). El patrón de actividad de estas neuronas sugiere que pueden tener un función inhibitoria durante la observación de la acción, que al cerrarse, “ordenan” a las neuronas espejo clásicas que la acción observada no debe imitarse; ayudando de esta forma a esculpir el sentido apropiado del yo, en un nosotros, que si bien, esta interconectado, es diferenciado y con un grado de autonomía.

Esta función inhibitoria tiene vital importancia para el jugador de póker, dado que la tendencia natural es la de imitar acciones observadas; de tal manera que, con la conciencia opuestamente diversificada de los actos observados, los otros jugadores, pueden ser conducidos a error, para su propia satisfacción. Las Superneuronas espejo aumentan su tasa de activación durante las acciones del yo, pero la disminuyen durante las acciones de los demás.

Así las cosas, las neuronas espejo parecen proyectar de manera interna, “introyectar,” a los otros en nuestro propio cerebro. Nos ayudan en nuestro proceso de autorreconocimiento, por pertenencia a grupo social específico, con quienes sentimos símbolos de comunidad afines. Sin trucos de magia, el cerebro es capaz de acceder a otra mente mediante mecanismos neuronales del reflejo especular y simulación.

Nancy Velasco Parrado

Abogada, Socióloga

Master en Bioética



[1] Rizzolatti y otros, 1996. Vease también Grafton y otros 1996; Grézes y otros 1998, 2001.

[2] “Las neuronas espejo. Empatia, Neuropolítica, Autismo o de Cómo entendemos a los otros”. Págs. 77 y ss.

lunes, 10 de mayo de 2010

¿PODRÁ LA FÍSICA DAR EXPLICACIÓN A LAS PREGUNTAS DEL DEVENIR Y EL SER?

¿PODRÁ LA FÍSICA DAR EXPLICACIÓN A LAS PREGUNTAS DEL DEVENIR Y EL SER?

“La eternidad es tiempo

Tiempo, eternidad

Considerarlos opuestos

Es culpa del hombre”

Libro de Angelus Silesius

El conocimiento consciente, racional, del mundo es una forma fundamental de asumir la realidad, por tanto, nosotros los seres humanos estamos inmersos en una realidad de la que participamos con otros elementos, leyes y formas de vida, como parte de un todo.

Sin embargo, en la práctica, el esfuerzo intelectual no siempre procede de razonamientos deductivos o inductivos, la clave de muchos avances científicos residen en la inspiración, saltos imaginativos, satori[1].

Formular una “Teoría de Todo” como posibilidad de encontrar una explicación del mundo en términos de un sistema de verdades descriptivas de la razón de ser de los humanos en el universo, su origen, y el de las leyes naturales, entrelazados de manera dinámica y coherente respondería a preguntas que sempiternamente han quitado el sueño a pensadores y científicos.

Los seres humanos siempre se han sentido maravillados ante la sutileza, majestuosidad e intrincada organización del mundo físico. La trayectoria de los cuerpos celestes, los ritmos de las estaciones, las criaturas vivientes tan bien adaptadas a sus entornos, todo tan perfectas, no parece ser un efecto del azar, o un accidente. Lo cual, ha conllevado a lo largo de la historia de la humanidad, a plantearse la acción de una divinidad, con un propósito. Sin embargo, ha sido la ciencia la que ha desprovisto al universo de parte de ese misterio, sin éxito total. Coincide con ello, el físico Steven Weinberg[2] al afirmar: “Cuanto mas comprensible aparece el universo, mas sin sentido parece a la vez”.

Orden, complejidad y uniformidad.-

El universo es muy ordenado, sus leyes físicas bien definidas, relaciones de causa-efecto definidas, el mundo físico no presenta regularidades arbitrarias, está ordenado de un modo muy especial; es complejo, una complejidad organizada, surgida de un caos primario en una secuencia de eventos autoorganizados enriquecidos progresivamente en su evolución, de lo cual emerge una profundidad significativa. Ese “universo” como concepto que lo abarca todo, contiene seres vivos, objetos y sistemas individuales en un todo unificado y consistente. Las fuerzas de la naturaleza no son una conjunción dispar fruto del azar; se ensamblan juntos en retroalimentación armónica. Por ejemplo, la fuerza de la gravedad combinada con las propiedades mecánicas y termodinámicas del gas hidrógeno logran crear gran número de bolas de gas, las cuales, bastante grandes, hacen desencadenar reacciones nucleares, pero no lo suficiente para colapsar un agujero negro, pero si para hacer nacer las estrellas estables. El ciclo de la vida de las estrellas brinda un ejemplo en el que los aspectos a gran escala y a pequeña escala de la física se encuentran estrechamente interconectados para producir la compleja variedad de la naturaleza, la cual, presenta gran uniformidad, vista en los electrones que dibujan la imagen del televisor, los cuales, tienen exactamente la misma masa, carga y momento magnético que los de la luna o los del borde del universo visible.

Podemos decir, ahora con el avance de la bioquímica, la genética y la biología molecular, como dijo el Bioquímico Lawrence Henderson[3], que el universo en su propia esencia es biocéntrico. Le impresionó la regulación de la acidez y de la alcalinidad en organismos vivos y la forma en que dicha regulación depende crucialmente de propiedades muy concretas de algunas sustancias químicas. Pensaba que “el ajuste del entorno” para la vida era demasiado nítido para ser accidental, y se preguntaba qué tipo de ley es capaz de explicar tal ajuste.

De otra parte, interrogantes de cuándo y cómo empezó a existir el universo apuntan a las investigaciones de Roger Penrose y Sthepen Hawking, dónde dicha “singularidad” de tipo big bang, es una propiedad de un universo descrito por la teoría de la gravitación de Einstein. En otras palabras, el cosmos entero hubo estado reducido a un solo punto, en ese punto la fuerza gravitacional y la densidad de la materia serian infinitas. Un punto de comprensión infinita se llama en física matemática una “singularidad”. Del mismo modo, las preguntas ¿Dónde sucedió el big bang? El big bang no ocurrió en ningún punto del espacio, el propio espacio entró en la existencia con el big bang. ¿Qué ocurrió antes del big bang? La respuesta es que no hay “antes”. El tiempo comenzó con el big bang. San Agustín afirmó: “El mundo fue creado con el tiempo, pero no en el tiempo”, y esta es justamente la posición moderna de la ciencia.

Las leyes del Universo.-

En cuanto a las leyes que gobiernan el universo, podemos atribuirles características tales como universalidad, lo cual no permite excepciones, se cumple siempre y también es perfecta. Son absolutas, no dependen del observador, son, no cambian con el tiempo y son eternas, el carácter intemporal, eterno de las leyes queda reflejado en las estructuras matemáticas empleadas en los modelos físicos del mundo real. Son omnipotentes, quiero decir que nada escapa de su alcance, pueden aplicarse a todo conforme su naturaleza.

Einstein comentó alguna vez, que lo que mas le intrigaba era si Dios tuvo elección cuando creó el mundo tal como es.

¿Son las leyes físicas contingentes o necesarias?, normalmente estas leyes se consideran temporales y eternas, de tal manera que cabe pensar que son necesarias. De otra parte, conforme la física progresa su experiencia enseña que las leyes que se creían independientes, resultan estar relacionadas entre si, dicho caso esta descrito en el descubrimiento reciente de que la fuerza nuclear débil y la fuerza electromagnética no son mas que dos características de una única fuerza electromagnética, descrito por un sistema común de ecuaciones, así que las fuerzas individuales pasan a ser contingentes de otras. Cabe preguntarse: ¿Es posible que exista una súper-fuerza o una ley superior unificadora para argumentar, que sea necesaria? Muchos físicos responde a esta pregunta, si.

La contingencia del mundo, no es ya que el mundo pudiese haber sido de otro modo, sino que esta contingentemente ordenado. Esto se pone de manifiesto en la biología donde los organismos terrestres son ampliamente contingentes, configurados en esquemas. Es una combinación de contingencia, racionalidad, libertad y estabilidad del universo, lo que nos incumbe a nosotros los humanos, seres contingentes por naturaleza.

Cabe preguntarnos ¿que súper-fuerza, qué mente, qué requerimiento ético superior, qué fuerza creativa es responsable de las leyes de la física y de otros aspectos contingentes del universo? ¿Es Dios responsable de las leyes de la física y demás contingencias?

En el anterior orden de ideas, podría ser Dios un ser necesario, quien aporta la razón suficiente del universo. Pero nos enfrentamos a una seria dificultad, ¿cómo relacionar a un Dios necesario con un universo contingente, cambiante, con seres capaces de tener libre albedrío? Pero, a proposiciones necesarias, solo le siguen proposiciones necesarias.

Frente a estas disquisiciones, la teoría ex nihilo constituye una explicación, proponiendo a un Ser necesario, intemporal, que da existencia, no dentro del tiempo, a un universo material, contingente, por un acto de libre elección. Su libre voluntad conlleva, elección, contingencia, una elección libre, que pudo haber sido de otro modo. Una decisión fruto de la elección entre varios mundos alternativos, brinda la razón de ser de la contingencia del mundo real.

Pero, nos encontramos frente a otro escollo, ¿puede un Dios creador necesario, crear un mundo contingente? ¿Todo lo que sea causado por un Dios necesario, ha de ser necesario e inmutable? ¿Lo contingente no puede emanar de lo auténticamente necesario?

Dios Dipolar, en palabras de Paul Davies[4].-

La “teología de procesos[5] donde la idea fundamental es ver el mundo no como una colección de objetos, ni de sucesos, sino como un proceso con direccionalidad, que pone énfasis en el carácter abierto e indeterminista de la naturaleza. El futuro no esta implícito en el presente, hay elección de alternativas. El mundo es más que la suma de las partes. Un ser humano es más que una colección de átomos, hay muchos otros niveles complejos organizados, como los conceptos de persona, si mismo, ser, voluntad.

El nacimiento de la mecánica cuántica puso punto final al mecanicismo determinista; de igual modo, los trabajos recientes de Popper, Morin acerca del caos, la autoorganización, los sistemas no lineales, sistemas abiertos y complejos, han puesto a la comunidad científica pensar en sistemas abiertos influidos y determinados por el entorno y sus componentes.

En la filosofía de Whitehead es la idea del un Dios responsable del orden del mundo, no por acción directa, sino mediante las potencialidades proporcionadas al universo. Así las cosas, Dios no compromete el carácter abierto e indeterminista esencial del Universo, pero siempre como de “coadyuvador”; lo cual, guarda coherencia directa con la naturaleza progresiva y evolutiva de los seres vivos y del universo, la cual tiende a autoorganizarse en variedades cada vez más ricas y complejas. Es un Dios participante en el proceso creador, que influye y es influido por la realidad humana y por el universo físico. Así las cosas, ese Dios eterno, necesario e inmutable se acopla con la temporalidad y la contingencia de la creación. Dios puede asumir necesidad y contingencia.

El acto creativo de Dios es alternativo, porque pudo ser de otra forma, mas no lo fue, confluye con el acto de libertad, de libre albedrío del ser humano.

Una partícula como un electrón no pueden tener posición y momento definidos al mismo tiempo, podremos medir su posición y obtener un valor exacto, mas en el caso del valor del momento será completamente incierto y viceversa, Solo se pueden asignar probabilidades. La naturaleza de alternativas esta fijada. La mezcla de contingencia y necesidad corresponde a Dios, quien necesariamente determina mundos alternativos disponibles para la naturaleza, dejando a la naturaleza en “libertad” para elegir esas alternativas.

El mundo es una amalgama de azar y elección, de determinismo e indeterminismo, un sistema abierto.

Dios crea un universo contingente en un acto de libre voluntad, y ese acto dotado de libre voluntad también, es libre de renunciar a su control, en cuyo caso, el libre albedrío y el principio de incertidumbre guardan coherencia.

La noción de un cosmos creativo, reconciliando el ser y el devenir, lo cambiante y eterno, explicación que puede brindar la “estocasticidad” donde los sistemas se encuentran sujetos a fluctuaciones aleatorias e impredecibles. La estocasticidad tiene un papel protagónico en la mecánica cuántica. La inestabilidad en muchos sistemas físicos ante diminutas fluctuaciones aseguran que el futuro no queda determinado por el presente. La mecánica cuántica nos dice que un electrón tiene igual probabilidad se desvié a derecha o izquierda. La estocasticidad puede considerarse como el mecanismo eficiente a través del cual las intenciones divinas se llevan a cabo. No es necesario que Dios intervenga directamente en el curso de la evolución “jugando a los dados”, la guía puede ser efectuada por medio de leyes de organización y flujo de información.

En consecuencia, es concebible que exista un universo con evidencia clara de un Diseñador, pero oculto a nosotros, quizá la ciencia y/o la física lleguen a comprender la mente de ese diseñador y su complejidad cuando el avance científico supere la mayoria de edad.

James Jeans[6] dice: “El universo parece diseñado por un matemático puro” de igual modo expresa: “Descubrimos que el universo muestra evidencias de un poder diseñador o controlador que tiene algo en común con nuestras propias mentes individuales, no por lo que hasta ahora sabemos, emociones, moralidad o apreciación estética, pero si la tendencia a pensar del modo que, por deseo de un mundo mejor, describimos como matemáticos”.

Dice Davis: “Una explicación racional del mundo en el sentido de un sistema cerrado y completo de verdades lógicas, es casi con certeza imposible. El conocimiento último, la explicación última no están vedados por las propias reglas del razonamiento que nos urge a buscarla. Si queremos progresar mas allá hemos de dar cabida a un concepto de “comprensión” diferente del de una explicación racional. La vía mística pudiera ser un camino de acercamiento a esa comprensión. Quizá proporcione la única vía de acceso a lo que hay mas allá de los límites a los que la ciencia y las filosofías no pueden transportar, el único camino posible a lo último[7]”.

Finalmente, la conciencia de si mismo, como seres conscientes ha sido generada en cierto modo por el universo y viceversa. Nuestra constitución cerebral y funcionamiento neuronal, en especial las llamadas “neuronas espejo” expresan la forma en que somos reflejados y reflejamos el mundo circundante y el de los demás. Existe una perfecta amalgama retroalimentada que hace que nuestra existencia tenga devenir y ser, y también sentido y propósito.

Nancy Velasco Parrado.

Abogada, Socióloga, especialista y Master en Bioética.



[1] El término satori es también análogo al concepto de creatividad, También se conoce como el momento de descubrimiento (el «¡eureka!» de Arquímedes).

[2] Steven Weinberg (* 3 de mayo, de 1933) es un físico estadounidense. Ganó en 1979 el Premio Nobel de Física junto con Abdus Salam y Sheldon Lee Glashow por combinar el electromagnetismo y la fuerza nuclear débil en el Modelo electrodébil.

[3] Lawrence Henderson (Capra, 1999: 47) fue el primero que utilizó el concepto de sistema para referirse a los organismos vivos y sistemas sociales; desde entonces, sistema, ha venido a definir un todo integrado cuyas propiedades esenciales surgen de las relaciones entre las partes.

[4] Paul Davies (22 de abril de 1946) es un físico, escritor y locutor británico reconocido a escala internacional. Actualmente ocupa la posición de Profesor de Filosofía Natural en el Centro Australiano de Astrobiología en la Universidad de Macquarie, Sydney.

[5] La obra científica y filosófica de Whitehead ha marcado en los Estados Unidos una de las tendencias más importantes en el diálogo ciencia-religión durante todo el siglo XX, que va unida a la llamada filosofía y teología del proceso.

[6] es el pionero de la excelencia británica en cosmología, que ha perdurado hasta el día de hoy. Fue el primero en proponer una teoría del estado estacionario basada en la hipótesis de la creación continua de materia en el universo. Esta teoría se demostró falsa con el descubrimiento de la radiación de fondo de microondas, que se interpretó como la “firma” del Big Bang.

[7] La Mente de Dios, Paul Davies. Pagina 226.